Abstract
En 1914 fueron descritas un conjunto de manifestaciones neurológicas asociadas a la enfermedad hepática grave (cirrosis), las cuales no fueron francamente dilucidadas hasta su descripción anatomopatológica completa en 1965, la cual permitió diferenciarla de la enfermedad de Wilson -principal diagnóstico diferencial-, reconociéndose entonces, como degeneración hepatocerebral (DHC) adquirida. Rara vez ha sido reportada y la literatura disponible se queda corta para explicar de forma precisa esta entidad, caracterizada por alteraciones del movimiento y deterioro cognitivo. En este sentido, se presenta el caso de una paciente de 74 años con cirrosis hepática criptogénica desde los 50 años, que acude al servicio de consulta externa de un hospital de alta complejidad de Medellín, Colombia, refiriendo un grupo de manifestaciones motoras y cognitivas, que precisaron de un abordaje multidisciplinario, paraclínico e imagenológico para determinar la correlación del cuadro clínico con la DHC, representando un reto diagnóstico debido al conocimiento limitado que se tiene sobre la entidad.
Publisher
Asociación Colombiana de Hepatología